Cada 13 de junio se conmemora su figura, y en el sector de la construcción es un día para reconocer el trabajo de todos aquellos que hacen realidad los proyectos, día tras día.
Con el paso de los años, el sector ha evolucionado y, gracias a las mejoras en la prevención de riesgos laborales, hoy trabajamos en condiciones mucho más seguras. Aun así, la devoción y el respeto por este santo siguen vivos en el sector.
Por eso, más allá del simbolismo religioso, San Antonio se ha convertido en un referente de esfuerzo y dignidad dentro del mundo de la construcción.
Una figura protectora para un oficio de riesgo
La construcción siempre ha sido un oficio con un alto componente de riesgo. Tradicionalmente, los trabajadores han pedido la protección de San Antonio para evitar caídas y accidentes propios del trabajo en obra. Su figura ha sido invocada para garantizar la seguridad y el bienestar de los equipos.Con el paso de los años, el sector ha evolucionado y, gracias a las mejoras en la prevención de riesgos laborales, hoy trabajamos en condiciones mucho más seguras. Aun así, la devoción y el respeto por este santo siguen vivos en el sector.
Un santo cercano a la clase trabajadora
San Antonio de Padua fue conocido por su mensaje de valoración del trabajo honesto, la humildad y la ayuda a los más necesitados. Este mensaje lo hizo especialmente cercano a las clases trabajadoras, entre ellas los maestros de obra, albañiles y canteros.Por eso, más allá del simbolismo religioso, San Antonio se ha convertido en un referente de esfuerzo y dignidad dentro del mundo de la construcción.